MOVILIDAD PEATONAL: la base de la pirámide

Español: Pirámide alimentaria para la població...

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Establecer una analogía entre la pirámide alimentaria que estudiamos en la escuela  y una figura similar que represente los diferentes tipos de movilidad nos puede servir para revalorizar o “poner en valor”  (galicismo de moda introducido por arquitectos y abrazado por los políticos) la MOVILIDAD PEATONAL.

En la imagen vemos como se relacionan los diferentes tipos de alimentos y su frecuencia recomendable de consumo para mantener la salud. Con idéntico objetivo, en el ámbito urbano, representaría sin duda la movilidad peatonal la base de la pirámide por la salud. A un nivel similar encontraríamos la bicicleta, y por encima estaría el transporte público colectivo. El taxi sería el último escalón del servicio público antes de finalizar con el vehículo privado motorizado en la cúspide de la pirámide.

Esto  implica que los modos de la base son los que mayor frecuencia de uso deben presentar y, por contra, los de la cúspide los que deber utilizarse esporádicamente.

En los últimos años se ha producido en distintas ciudades españolas y europeas un impulso al desarrollo de redes operativas de carril bici. Esta movilidad es crucial y altamente eficiente en trayectos cortos, y presenta muchas ventajas para el que la realiza y para la propia urbe.

Durante las últimas décadas del siglo XX se realizó un esfuerzo de peatonalización en los cascos históricos de las ciudades. Estas medidas diseñadas desde la concepción del arquitecto supusieron una importante recuperación de espacios para sus habitantes.

Ha llegado el momento de sumar a esa concepción la aportación de los especialistas en movilidad: concebir la movilidad peatonal no sólo como una posibilidad de recuperación de cascos históricos sino una alternativa modal competitiva. Para ello son importantes las campañas de sensibilización de los beneficios que reporta para la salud (y por tanto ahorro económico que conlleva, fundamental para reducir el dichoso déficit público). Para ello podemos trabajar en varias vertientes:

  • Creación de redes peatonales: no ceñidas al casco histórico.
  • Fomento de la intermodalidad: concepto clave ya que la movilidad peatonal no puede competir en trayectos largos con otros modos.
  • Políticas adecuadas para reforzar la seguridad peatonal
  • Actuaciones que aseguren la accesibilidad universal a la red. Aspecto clave para integrar a todos los colectivos en este modo.
  • Sistemas de información que impulsen un cambio en los mapas mentales que la gente posee de su propio vecindario. Las Nuevas Tecnologías serán clave para promocionar el uso de los servicios del barrio.
  • Programas de actuación específicos para centros de eventos y escuelas. En Canadá se han desarrollado importantes actuaciones en este último apartado. En España contamos con un ejemplo reciente como es el “autobús a pie” en La Alcúdia. http://www.eltis.org/index.php?id=13&lang1=en&study_id=3119

Proyectos como el active Access http://www.active-access.eu/start.phtml?ID1=2490&id=2490

O iniciativas como walk 21 http://walk21.com/charter/default.asp que proporcionan herramientas  http://www.measuring-walking.org/ ayudan a hacerse una idea de las posibilidades de actuación que presenta este campo.

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